Esta relación simbiótica entre música y literatura viene de larga data pues los sonidos en general, como corroborarán otros amantes de la literatura, crean una atmósfera onírica y sumergen al escritor o al lector en su propio mundo. Junto con la banda ya mencionada, no puedo dejar de citar otros autores, compositores o intérpretes que han influido mucho en el crecimiento de mi obra, no sólo por la compañía que han significado, sino por el natural (y agradable) aislamiento que su música genera: Dream Theater, Rhapsody, Meat Loaf, Genesis, Queen, The Alan Parsons Proyect, Air Supply, Led Zeppelin, The Beatles, George Harrison, Traveling Wilburys, The Orchestra, Bread, David Gates, Journey, Dan Fogelberg, Don McLean, deambularon por mi despacho en igual medida que los clásicos del romanticismo con Tchaikovsky, Grieg, Wagner, Liszt y Dvôrak encabezando la lista, y con los autores de música para bandas sonoras como la de El Señor de los AnillosLos CoristasStar Wars, Robotech y tantas otras. Pero mención especial, junto con la discografía completa de Electric Light Orchestra (un verdadero tributo a la evolución de la música popular durante los últimos 40 años), merece para mí la figura de Michael Jackson, cuya música me cautivó y me ha acompañado desde mis primeros pasos.


En cuanto al arte, quisiera destacar, en la creación de El Codex Draconis, dos pintores en particular: J.W.Waterhouse, cuyas escenas prerrafaelistas fueron una verdadera inspiración, y las pinturas del romántico alemán Caspar David Friedrich.


Tampoco puedo dejar de referirme a los escritores que influyeron, con sus obras y mudos consejos, en las primeras líneas de mi novela: Homero y La Odisea, por toda la idea del viaje y la solución ingeniosa a las aventuras propuestas en la obra, El Principito, cuya belleza me cautivó desde muy niño, la Biblia, particularmente las escenas grandilocuentes del Antiguo Testamento y las profecías oníricas del libro de las Revelaciones o Apocalipsis, y la ya mencionada saga de C.S. Lewis, Las Crónicas de Narnia.

Posteriormente, por cierto, otras obras aportarían a mi crecimiento como escritor, mas me referiré a ello en las siguientes líneas.

Eso es lo que puedo decir sobre el modo en que se creó el universo mágico de Qaldäe Barei. Aunque en manuscrito, y sin pasar por más procesos de revisión que la de botar el cuaderno y reescribir la historia de nuevo añadiendo detalles, conseguí culminar la historia en algún punto entre los años '94 o '95, pero esos escritos se han perdido con los continuos cambios de casa y sólo conservo los pequeños fragmentos que conseguí pasar en limpio a mi primer computador.

No hay comentarios:

Publicar un comentario